Hola mi nombre es Guillermo Aima, tengo 31 años vivo en la Isla Maciel, cerca de la cancha de San Telmo.
Naci en Jujuy y me crie con mis 4 hermanos y mis abuelos en una casa humilde, hasta los 21 años me quede con ellos luego fue cuando decidi embarcar para Bs As para poder cambiar mi vida.
Apenas pude terminar todos mis estudios primarios y secundarios, me quedo un muy buen amigo de la secundaria. A el y a mi nos dieron una beca por nuestros frutos en la escuela, para estudiar en la Facultad de medicina de Bs As. Para poder pagar mis estudios y mis cosas, fuimos con mi amigo a trabajar a una obra, de ayudantes de albañil.
A los 24 años mi hermano menor y mi abuela vinieron a vivir conmigo a Bs As. Tuve que dejar mis estudios para poder pagar los medicamentos para mi abuela, que estaba enferma y fue en ese momento que comence a trabajar en un kiosco.
Durante cuatro años trabaje como albañil y de noche iba al kiosco para conseguir mas dinero. Despues de unos meses fallecio mi abuela, fue un tiempo muy duro , el cual me costo mucho volver a levantarme.
Mi hermano termino la secundaria por lo cual yo tuve mas tiempo libre y volvi a mis estudios interrumpidos.
Mi trabajo como kiosquero es muy estresante. Trabajo de lunes a sabado de 8 de la noche a 4 de la mañana.
Y es muy cansador porque voy a la facultad de dos a cinco de la tarde. Duermo poco porque tengo que estudiar mucho. Pero no puedo dejar horas de trabajo porque necesito la plata. No solamente estoy sentado vendiendo golosinas, sino que tambien tengo que preparar sandwiches y otras comidas tengo que cargar packs y packs de gaseosas, tambien tengo que soportar a las personas que vienen apuradas, alteradas, o algunas veces cuentan sus problemas.
Tambien es muy peligroso por los robos que se sufren habitualmente, sobretodo por el horario. La primera vez que me robaron fue a las 2.30 am. Eran tres muchachos con cuchillos y tuve que darles toda la plata que tenia a mano y parte de la mercaderia. Esto me deja mucha responsabilidad y muchas veces el dueño se enoja conmigo porque piensa que yo estoy dormido. Esa vez me desconto parte del sueldo.
Luego por mayor seguridad, colocó rejas en la entrada del kiosco. Pero mas tarde sufrí otro robo con armas de fuego.
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